¿Cómo seleccionar el mejor empaque para mi producto?
- Laura Fernández
- 23 abr 2017
- 3 Min. de lectura
Cuando queremos comenzar a vender un producto sin importar el mercado o el tipo de producto, el empaque siempre será un factor importante no solo en la decisión de compra de los consumidores, sino también en la percepción de calidad y vida útil.

En la selección del empaque se deben tener en cuenta muchas cosas, pero la más importante para empezar es saber que voy a vender y cómo lo voy a vender.
¿Cual es mi producto y cómo son sus características?
Pueden ser unas galletas, una crema de manos o ropa interior, todo es susceptible de empacarse.
Si voy a vender galletas debo tener en cuenta que se pueden quebrar y así voy a perder mi producto, si son galletas hechas en casa y sin ningún conservante debo tener en cuenta los días en que se pueden vender sin que pierdan sus cualidades, si las voy a transportar de un lugar a otro, cual sería el mejor método de embalaje para que tanto mis galletas como el empaque no se vean afectadas...
Reconocer las características de mi producto es importante para identificar las condiciones con las que debe cumplir el empaque.
2. ¿Cómo sería mi empaque soñado para mi producto?
Esto es importante porque la mayoría de veces no somos realistas ni funcionales en cuanto a los empaques, está bien que queramos algo cautivador pero si la estructura de mi empaque no es funcional o no cumple con las condiciones que necesita mi producto podemos caer en errores y hasta afectar la calidad.
Con esto podemos ir corrigiendo y transformando nuestro empaque soñado en un empaque perfecto para el producto y para nuestro presupuesto.
3. ¿ Cuantos empaques va a tener mi producto?
Si seguimos con el ejemplo de las galletas mi producto podría tener 2 empaques:
Un empaque primario que proteja 2 galletas y un empaque secundario donde pueda empacar 5 paquetes con 2 galletas cada uno.
Con esto puedo determinar si el empaque primario debe ser más complejo y debe cumplir con más condiciones (como ayudar a conservar la vida útil de la galleta) y el empaque secundario lo puedo seleccionar y construir orientado a las ventas y la imagen de mi marca, otorgándole un mejor desarrollo en estructura y en gráfica.

4. ¿ Hacia quién va dirigido mi producto?
A quienes les voy a vender el producto, son jóvenes o amas de casa, que les gusta hacer o comer... de esto depende mucho la imagen que quiero mostrar con la marca y también la funcionalidad del empaque, si son jóvenes con familias pequeñas y el producto es un alimento, el empaque debe ser para pocas unidades y puede estar fabricado con menos materiales para la conservación, puesto que el tiempo de consumo va a ser en poco tiempo.
Conocer el estilo de vida de quien va a comprar mi producto y estudiar el mercado es esencial para tomar buenas decisiones.
5. ¿El envase o empaque se adapta a la esencia de mi marca?
A la hora de diseñar el empaque tanto estructural como gráficamente debo pensar en la esencia de mi marca, las formas que la caracterizan y los colores, también su filosofía; si tengo un producto ecológico mi empaque debería ser biodegradable o compostable...
El empaque debe seguir fielmente, expresar y captar toda la esencia de la marca.
6. ¿ Cómo lograr que el empaque cumpla una segunda función después de comprado el producto?
La mayoría de los empaques tienen como función proteger el producto, hasta que llega a las manos del consumidor y es utilizado, pero muy pocos logran quedarse sin ser tirados a la basura. Lo ideal sería diseñar un empaque que se pudiera reutilizar y que a su vez estuviera todo el tiempo generando recordación de marca. Para esto se debe lograr que todos los pasos anteriores funcionen, y lograr no solo proteger el producto, conservarlo, satisfacer las necesidades del consumidor, mostrar la esencia de la marca y también quedarnos en los hogares de las personas.
El empaque no es solo un valor diferenciador para el producto, también es el factor que más influye en la decisión de compra.
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